En el tratamiento de mesoplastia facial que aplicamos en IML, lo que hacemos es actuar sobre las diferentes capas que tiene la piel:
- Epidermis (la capa más superficial).
- Dermis (capa media).
- Hipodermis (capa más profunda).
Primero hacemos un estudio de la cara del paciente, con el fin de analizar cómo se mueve el rostro cuando hace distintos gestos, cuando adopta diferentes ángulos.
Identificamos también las arrugas que tiene y de qué tipo son, dinámicas o estáticas. Así podremos determinar qué grado de envejecimiento tiene el rostro.
Con este análisis, podremos elegir correctamente las sustancias que debemos infiltrar en el paciente, para obtener los mejores resultados.
Posteriormente, comenzamos con la aplicación de la mesoplastia mediante la microinyección de sustancias.
Por último, diseñamos un programa de mantenimiento.
Lo mejor para mantener los resultados por más tiempo es repetir el tratamiento. Normalmente se recomienda en un periodo de entre unos meses y un año, dependiendo sobre todo del grado de envejecimiento que tenga cada paciente.