Durante la sesión es normal notar cierta molestia. Algunos pacientes prefieren venir al tratamiento con una crema anestésica aplicada 40-60 minutos previamente y otros pacientes prefieren realizarse el tratamiento sin anestesia.
Una vez finalizada la sesión de depilación láser en las piernas, se produce un pequeño eritema (rojez), que desaparece al día siguiente. Puede producirse un edema perifolicular, que es un enrojecimiento transitorio alrededor del pelo, y que indica la eficacia del tratamiento.
Unos días después se pueden observar puntos negros, que corresponden al pelo muerto, a punto de caer.
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