La otoplastia consiste en realidad en distintas correcciones, según la necesidad de cada paciente. En base al problema existente y a las características de cada oreja, el tratamiento será diferente. Básicamente consiste en recortar el cartílago sobrante que está produciendo la deformidad o moldearlo a la forma correcta.
No obstante, podemos identificar algunas fases de la otoplastia generales que suelen estar presentes en los tratamientos que realizamos en IML:
En IML preferimos utilizar sedación suave monitorizada por el anestesista, para confort del paciente.
El tratamiento se realiza por la parte posterior de la oreja.
- Para la concha auricular: Se realiza incisión en huso y se recorta la piel desde el hélix hasta la base del lóbulo. Luego se despega la piel del cartílago en toda la zona colindante a la incisión.
- Para el exceso de concha o ángulo conchal demasiado amplio: Tenemos dos opciones. Si hay exceso de concha auricular, resecamos el cartílago desde el borde posterior del antehélix hasta el borde posterior del conducto auditivo externo. Si no hay exceso de concha ni demasiado ángulo, podemos coser la concha a la mastoides (cráneo).
- Para la falta de pliegue en antihélix: Aplicamos puntos de sutura en la parte posterior del cartílago motivando que aparezca un pliegue.
- Para una fosa triangular muy convexa: En estos casos suele haber resistencia de aproximación de la oreja a la cabeza, por lo que procedemos a resecar parte del cartílago de la fosa auricular y se sutura.
- Para un hélix que forma un saliente que proyecta también parte de la oreja: Realizamos resección parcial.
Tras un tratamiento de otoplastia, normalmente se sutura la piel y colocamos un vendaje, para mantener la nueva forma y que el paciente tendrá que llevar durante 4 días.