En IML perseguimos un objetivo en todos nuestros tratamientos de injerto de pelo: conseguir naturalidad en los resultados. Para ello es muy importante un adecuado diseño de la zona a realizar el injerto capilar, así como un diseño natural de la primera línea de implantación.
Los resultados conseguidos en los tratamientos de trasplante capilar suelen variar de un paciente a otro dependiendo de las características de su pelo, de la zona a tratar y de los motivos por los que han surgido los problemas capilares.
Lo normal es que los resultados comiencen a mostrarse unas semanas después de realizado el injerto, aunque es necesario dar tiempo a que el pelo implantado se desarrolle para valorar los resultados finales.