Reducción de pecho: mamoplastia

La mamoplastia de reducción se realiza con anestesia general y tiene una duración aproximada de un par de horas. 

Antes de la cirugía, se realiza una evaluación médica completa, incluyendo estudios preoperatorios, toma de fotografías y recomendaciones personalizadas.

• Durante la intervención, el cirujano elimina el exceso de tejido mamario, grasa y piel, y recoloca la areola y el pezón en una posición más alta. Se utilizan técnicas que minimizan las cicatrices visibles, como la periareolar, la vertical o la T invertida, según el volumen mamario.
• Tras la operación, se coloca un vendaje compresivo que se retira en 24-72 horas. Después, la paciente usará un sujetador quirúrgico especial las 24 horas del día durante las primeras semanas. No suele ser necesario retirar puntos, ya que las suturas son internas.

• Reducción del volumen mamario, logrando una silueta más equilibrada.
  
• Mejora del dolor de espalda, cuello y hombros.
  
• Eliminación de rozaduras e irritaciones bajo el pecho.
  
• Corrección del pecho caído.
  
• Aumento de la autoestima y confort en la vida diaria.
  
• Mejora postural y facilidad para hacer deporte o vestirse.
• Cicatrices poco perceptibles con el tiempo (especialmente en fototipos claros).

• Reducción periareolar: indicada para pechos pequeños con exceso leve de tejido. La incisión se realiza alrededor de la areola.
• Reducción con cicatriz vertical: adecuada para pechos de tamaño intermedio. Combina la incisión periareolar con una línea vertical hacia el surco submamario.
• Reducción en T invertida: la más habitual en mamas grandes o con gran caída. Incisión alrededor de la areola, vertical y en el pliegue mamario.