En Instituto Médico Láser ofrecemos Test de Intolerancia Alimenticia (TIA-100, TIA-200) para determinar qué alimentos pueden causar sintomatología adversa a los pacientes
El Test de Intolerancia Alimentaria es el estudio que le permitirá conocer qué alimentos perjudican su salud , ocasionándole trastornos gastrointestinales, trastornos dermatológicos, psicológicos, neurológicos, molestias respiratorias, problemas de obesidad, etc.
En Instituto Médico Láser ofrecemos Test de Intolerancia Alimenticia (TIA-100, TIA-200) para determinar qué alimentos pueden causar sintomatología adversa a los pacientes, desde dolores de cabeza a problemas digestivos, dolores en articulaciones y problemas cutáneos.
El problema de los alimentos que causan intolerancia es que las reacciones que muestra el organismo, pueden presentarse de forma inmediata o producir una clínica lenta en manifestarse que va produciendo más molestias con el tiempo.
Por este motivo ofrecemos en IML el Test de Intolerancia Alimentaria, con el que podemos identificar los alimentos que pueden causar malestar o un perjuicio para tu salud.
Nuestro servicio de Test de Intolerancia Alimenticia (TIA-100, TIA-200), se fundamenta en el resultado de los análisis clínicos que realizamos en asociación con laboratorios de reconocido prestigio.
Lo único que necesitamos es realizar una sencilla extracción de sangre, con la que podremos saber qué alimentos son potencialmente perjudiciales para su salud.
Con los datos obtenidos a partir de este análisis, nuestro especialista en Nutrición te ofrecerá una dieta adaptada a las características especiales de tu organismo.
A nivel científico, la intolerancia alimentaria se produce por la formación de anticuerpos frente a proteínas de alimentos muy concretos. Pero no son del tipo IgE, ya que en ese caso causarían un proceso alérgico. En su lugar pasan por una primera etapa del tipo IgA y, tras múltiples estímulos, a la formación de IgG.
Con este proceso inmunológico hay alimentos que a veces causan trastornos digestivos y, en otros casos, manifestaciones insidiosas más difíciles de relacionar con los alimentos consumidos, ya que son patologías moderadas de tipo crónico.
Una técnica que también se aplica para identificar sensibilidades alimentarias es la dieta de eliminación, complementada con un «desafío oral» en el que se consumen los alimentos eliminados para identificar su reacción, idealmente sin saber qué se prueba en cada caso.
Si se hace la prueba oral de sensibilidad sin la dieta de eliminación previa, los síntomas al consumo de un antígeno alimentario podrían estar enmascarados o ser difíciles de identificar.
La dieta de eliminación se debe realizar con dedicación y compromiso, así como con un registro cuidadoso y detallado de todo lo que se consume.
Además, no debes volver a consumir un alimento si tienes una verdadera alergia. Si crees que la has superado, es recomendable que antes hagas las pruebas adecuadas para confirmarlo.
Más información
Con el tiempo se puede desarrollar intolerancia a alimentos que antes no la producían. Normalmente la aparición de estas intolerancias se puede preveer dado que los alimentos más próximos a producirlas resultan etiquetados en los resultados de los análisis de forma intermedia.
No tiene ningún efecto secundario conocido.
Las alergias alimentarias pueden controlarse, pero no curarse. Se producen como una reacción de nuestro sistema inmunológico que es parte identitaria de nuestra propia fisiología. Por ello, la mejoría de los síntomas se basa en la evitación de los alimentos que nos sientan mal o nos perjudican.
Existe una relación estrecha entre intolerancia alimentaria y obesidad. Algunas personas obesas no responden a tratamientos de adelgazamiento y, sin embargo, cuando eliminan de su dieta ciertos alimentos para los que han demostrado tener alta sensibilidad, la pérdida de peso es normal.
En más de dos tercios de los casos, los pacientes han experimentado mejoras, en relación a las condiciones clínicas relacionadas con la intolerancia alimentaria. Al suprimir los alimentos que causaban estas reacciones, la mejoría es evidente.
Los efectos más comunes son los siguientes:
Dolores abdominales, constipación, diarrea, hinchazón, síndrome de colon irritable. Se trata de la patología más directamente relacionada con una intolerancia alimentaria.
Acné, eczema, soriasis, rashes, urticaria, picor.
Ansiedad, letargia, depresión, fatiga, nauseas, hiperactividad (sobre todo en niños).
Dolor de cabeza, migraña, mareo, vértigo.
Asma, rinitis, dificultad respiratoria. Estos síntomas, además, pueden estar relacionados con un proceso alérgico.
Artritis, fibromialgia, articulaciones inflamadas.
En IML te ofrecemos siempre un tratamiento completamente personalizado. Solicita tu consulta informativa gratuita y nuestros expertos podrán asesorarte, sobre el mejor tratamiento para identificar alguna intolerancia alimenticia.
En IML te ofrecemos siempre un tratamiento completamente personalizado. Solicita tu consulta informativa gratuita y nuestros expertos podrán asesorarte, sobre el mejor tratamiento para identificar alguna intolerancia alimenticia.