De entre los tratamientos faciales con efecto lifting sin cirugía destacan la radiofrecuencia y los hilos tensores.
La radiofrecuencia y los hilos tensores son tratamientos faciales con efecto lifting sin cirugía
La radiofrecuencia facial Thermage es un tratamiento de rejuvenecimiento facial sin cirugía que produce la contracción de la piel por la estimulación del colágeno natural.
La radiofrecuencia monopolar de Thermage se basa en la emisión de ondas electromagnéticas que producen un calentamiento de las capas profundas de la piel sin afectar a las más superficiales. Ese efecto térmico regenera el colágeno presente y estimula la producción de nuevas fibras elásticas, por lo que su efecto es tanto inmediato como progresivo en el tiempo, ya que el colágeno nuevo requiere entre 4 y 6 meses para formarse completamente.
La radiofrecuencia Thermage está indicada en casos de flacidez facial de grado leve o moderado. Se realiza en una sola sesión que puede repetirse cada año para mantener los resultados. El tratamiento es totalmente seguro, ya que posee un sistema avanzado de enfriamiento que mantiene intacta la capa superficial de la piel, por lo que permite al paciente incorporarse inmediatamente a su actividad normal.
Los beneficios de la radiofrecuencia Thermage en el rejuvenecimiento facial son:
La Radiofrecuencia provoca una contracción de la piel que redefine el óvalo facial.
Los hilos tensores faciales, también conocidos como hilos mágicos, son unas hebras de material totalmente biocompatible que se colocan bajo la piel para crear un efecto lifting sin cirugía.
En Instituto Médico Láser de Madrid implantamos hilos tensores reabsorbibles, compuestos por materiales como la polidioxanona, el ácido glicólico o el ácido poliláctico.
Al implantarlos bajo la piel, los hilos tensores producen dos efectos:
Los hilos tensores están indicados para corregir la flacidez leve a moderada.
La técnica de realización es sencilla: previa asepsia del área, los hilos tensores se insertan y se fijan en el plano subcutáneo superior, inmediatamente debajo de la dermis. La piel que cubre la zona donde están insertados los hilos se retrae, se reacomoda la piel de forma que se fije el hilo al tejido gracias a su forma dentada.
Al terminar se coloca compresas frías en el área tratada durante algunos minutos. El paciente puede volver a sus actividades, evitando manipular el área y hacer movimientos faciales bruscos o forzados durante 10-15 días.
Las molestias son escasas y pueden ser:
Los pacientes presentan disminución de la flacidez desde el postoperatorio inmediato y continúan mejorando hasta 2-3 meses después de la aplicación de los hilos.
Nuestros expertos en Medicina Estética Facial le asesorarán en la elección del tratamiento más adecuado para usted. Solicite ahora una consulta informativa gratuita en nuestra clínica de Madrid.