En Instituto Médico Láser ofrecemos tratamientos con Luz Roja para combatir las señales producidas por el fotoenvejecimiento.
La piel se deteriora principalmente por dos razones:
El fotoenvejecimiento se produce porque estos rayos ultravioleta atacan al DNA celular, aceleran la oxidación de las células y deterioran tanto el medio extracelular como también el colágeno y la elastina.
Como consecuencia de este proceso, la piel intenta combatir los radicales libres y produce sus propios antioxidantes de forma natural.
Sin embargo, si el daño solar sufrido supera la capacidad que tiene la piel para recuperarse, se almacena el daño actínico, que además es acumulativo e irreversible.
Como resultado, los rayos ultravioleta provocan en la piel una pérdida de su textura, de su capacidad de retener agua y afinan su superficie. Además, no solo produce deterioro estético, sino que debilita la resistencia de la piel y la deja predispuesta a la generación de tumores cutáneos.
La Luz Roja cuenta con una longitud de onda de 633Nm, una luz visible y fría de diodo que provoca reacciones en distintos elementos de la piel:
En conjunto la Luz Roja genera todas estas reacciones, con las que las capas cutáneas recuperan la estructura que se disfruta en la juventud.
Entre ellas destaca que la piel se retrae, se recupera elasticidad y el tamaño de los poros se reduce. En consecuencia, la piel consigue una mejoría estética notable.
Para combatir estas secuelas del fotoenvejecimiento, en IML ofrecemos un tratamiento con Luz Roja. Nuestro sistema permite abordar casos como los siguientes:
Los resultados se perciben progresivamente a medida que avanza el tratamiento y la piel manifiesta la respuesta al tratamiento.
El número de sesiones con Luz Roja que necesita cada paciente dependerá de las características de su propia piel y de cómo responde al tratamiento.
De forma general, se necesita una media de 4 sesiones y se realizan normalmente 2 sesiones por semana.
Es interesante realizar sesiones de mantenimiento con regularidad.
Tras el tratamiento, recomendamos a nuestros pacientes aplicarse crema hidratante sobre la zona en la que se ha aplicado la Luz Roja, así como también protector solar.
En el caso de algunos pacientes, el capital actínico está agotado y se necesita tratar la piel en profundidad. Por eso complementamos el tratamiento de Luz Roja con Láser Ydun Infrarrojo No Ablativo Fraccional 1550.
Este láser emite energía en forma de microcolumnas de coagulación. Puede llegar a más de 1 milímetro de profundidad de la piel, permitiendo así que la superficie quede completamente intacta.
Además, sus características permiten que las áreas sobre las que actúe inicien inmediatamente su recuperación.
El Láser no ablativo fraccional 1550 Ydun consigue llegar a la dermis profunda y regenerar el colágeno ya existente, además de formar nuevas fibras de colágeno.
Es un tratamiento que se aplica en 40 minutos y de tipología «lunch time», es decir, que no provoca descamaciones visibles, ni afecta a la rutina del paciente. Puede reanudar su actividad normal de inmediato.
Lo único que puede aparecer en ocasiones es una mínima rojez que desaparece a las pocas horas.
El Láser no ablativo fraccional Ydun 1550 requiere normalmente de 4 sesiones y cada una se espacia de 3 a 4 semanas.
Tanto el tratamiento con Luz Roja como el Láser no ablativo fraccional 1540 son perfectamente compatibles entre sí e incluso se pueden combinar con más tratamientos, para recuperar la salud de la piel tras la temporada de verano. Algunos de los más recurrentes son los siguientes:
Solicita ahora una consulta informativa gratuita y nuestros dermatólogos expertos te asesorarán sobre el mejor tratamiento para tu piel.
Galería Multimedia del Tratamiento de Luz Roja contra el Fotoenvejecimiento en IML
Muchos pacientes requieren tratamientos orales no exentos de efectos secundarios o que simplemente no les funcionan ya que se estima que la resistencia a los antibióticos ha aumentado a un 62% en los últimos años.
A medida que envejecemos se produce un deterioro de la calidad de la piel facial que provoca la aparición de arrugas, de manchas y de la temida flacidez, que se manifiesta en todas las estructuras del rostro.
Se trata de un método de rejuvenecimiento facial desarrollado hace diez años y que es cada vez más requerido entre nuestros pacientes de IML.
Es un tratamiento mínimamente invasivo, en el que la vía de aplicación es a través de microinyecciones con agujas intradérmicas de diferentes sustancias con el objetivo de rejuvenecerla y devolverle su lozanía.